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Una manifestación de personas que se oponen a las vacunas en el Ayuntamiento de Los Ángeles terminó violentamente el sábado por la tarde, con una persona apuñalada así como un reportero que dijo haber sido agredido, según la policía y los asistentes en el lugar.
Una multitud de centenares de personas, muchas de ellas con banderas americanas y pancartas que pedían “libertad médica”, llegaron al Ayuntamiento alrededor de las 2:00 p.m. para la concentración. Unas pocas docenas de contramanifestantes se reunieron en la calle 1ª, cerca de las antiguas oficinas del L.A. Times, antes del enfrentamiento.
Poco después de las 2:30 p.m. se produjo una pelea en la esquina de las calles 1ª y Spring, en la que manifestantes vestidos de negro así como antivacunas portando la bandera estadounidense y carteles de Trump se encontraron a golpes y se lanzaron objetos. No se supo de inmediato cómo empezó la pelea, aunque cada lado rápidamente culpó al otro.
Un asistente, que según los manifestantes antimascarillas, formaba parte de su grupo, pudo verse desplomado en la intersección, sangrando. La policía en la escena dijo que el manifestante había sido apuñalado, y los paramédicos llegaron para llevarlo a un hospital.
En el tumulto, se logró captar a los contramanifestantes rociando gas lacrimógeno mientras los miembros de la protesta antivacunas lanzaban amenazas de muerte. Un hombre mayor gritó “quítenles la mascarilla a todos” y rasguñó la cara de una mujer.
“Estamos aquí para mantener el orden después de que estallara una pelea entre Antifa y las personas reunidas para la manifestación. Tenemos constancia de que un varón ha sido apuñalado y está siendo atendido por el personal del Departamento de Bomberos”, dijo Spell en un comunicado. “No se han realizado detenciones, pero [la] investigación está en curso”.
Spell no pudo proporcionar inmediatamente una actualización sobre las lesiones de la víctima. Aunque el comunicado se refería a “Antifa”. Los contramanifestantes al parecer son una mezcla de personas que se habían presentado para oponerse a las concentraciones antivacunas y antimáscaras en los últimos meses.
Poco después, se pudo ver al reportero de la KPCC Frank Stoltze saliendo del parque cercano al Ayuntamiento mientras le gritaban los manifestantes. Luego se observó a un hombre dándole patadas. Más tarde, Stoltze dijo a un agente de policía que había sido agredido mientras intentaba realizar una entrevista. Spell confirmó que se hizo un informe policial.
Stoltze tuiteó más tarde esta declaración: “Hoy me ha pasado algo que nunca me había ocurrido en 30 años de reportero. En Los Ángeles. @LAist fui empujado, pateado y mis gafas fueron arrancadas de mi cara por un grupo de personas en una protesta - fuera del Ayuntamiento durante una protesta antivacunas de @GavinNewsom Pro-Trump”.
A última hora de la tarde, una pequeña multitud de contramanifestantes, en su mayoría vestidos totalmente de negro, permanecía cerca de la sede de la policía de Los Ángeles, pero los agentes había formado varias líneas de contención para separar a las dos multitudes.
Los manifestantes habían anunciado la concentración como una postura contra las normas que exigen la inoculación contra COVID-19 así como los llamados pasaportes de vacunación, y dijeron que también se oponían a llevar mascarillas. Un volante que anunciaba la contramanifestación tachaba al grupo de fascista.
En California no existe ninguna norma general que obligue a vacunarse, pero algunas ciudades han exigido o están considerando solicitar una prueba de vacunación para entrar en determinados negocios. La ciudad de Nueva York fue la primera localidad importante en hacerlo a principios de este mes, seguida por San Francisco y Nueva Orleans.
A principios de esta semana, el Ayuntamiento de Los Ángeles votó para ordenar a los abogados de la ciudad que redactaran una ley que exigiera a las personas tener al menos una dosis de una vacuna para visitar restaurantes, bares, gimnasios, tiendas y cines. Gran parte del plan aún no se ha elaborado, y el pleno del Ayuntamiento todavía debe aprobar la ley propuesta después de redactarla.
Los funcionarios del condado de Los Ángeles también están considerando la posibilidad de establecer sus propias normas de verificación de vacunas en público.
El mes pasado, el condado de L.A. volvió a imponer una norma que requería a las personas llevar mascarillas en espacios públicos cerrados en medio de un aumento de nuevas infecciones alimentadas por la variante Delta.
Los funcionarios de salud pública del condado informaron el sábado de más de 4.200 nuevos casos del virus y dijeron que las personas no inoculadas tienen cuatro veces más probabilidades de contraerlo. Aunque las personas vacunadas aún pueden infectarse, tienen 14 veces menos probabilidades de ser hospitalizadas, y casi ninguna persona totalmente inmunizada está muriendo a causa del COVID-19, dijo el departamento de salud pública del condado.
Los redactores del Times Emily Alpert Reyes y Luke Money contribuyeron a este informe.
Para leer esta nota en inglés haga clic aquí
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