Columna: Los Clippers se lanzan a fondo con Kawhi Leonard y eso puede ser una decisión equivocada
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En medio de una ruidosa fanfarria y mucho alivio, los Clippers retuvieron oficialmente a su mejor jugador el jueves pasado al firmar al gran y poderoso Kawhi Leonard.
En un acuerdo que seguramente causó alegría a gran parte de la “Nación Clipper”, el agente libre Leonard volverá a un equipo con un contrato de cuatro años por valor de 176 millones de dólares.
Qué bien.
Lo siento, pero es difícil emocionarse demasiado con una presencia que viene con tanta letra pequeña.
Claro, Leonard es una de las verdaderas superestrellas de la liga, dos veces campeón de la NBA y MVP de las Finales, cinco veces All-Star y un reconocido defensor.
Pero la letra pequeña... podría perderse la próxima temporada tras someterse a una operación de rodilla, lo que significa que básicamente le están dando millones para que se siente en el banquillo sin la certeza de una recuperación completa. Los Nets de Brooklyn hicieron lo mismo con Kevin Durant hace un par de años después de su cirugía del tendón de Aquiles, y eso funcionó muy bien, pero Leonard es más frágil y cauteloso.
Ciertamente, los números de Leonard con los Clippers han sido impresionantes, ya que es el único jugador de la NBA en las dos últimas temporadas que promedia al menos 26 puntos, 6.8 rebotes, 5 asistencias y 1.7 robos.
Pero la letra pequeña... ¿cuántos de esos números se han convertido en victorias para los Clippers?
En su primera temporada aquí, Leonard fue más conocido por ayudar a arruinar lo que podría haber sido la mejor oportunidad de los Clippers para un título de la NBA. Solo encestó 6 de 22 tiros y anotó únicamente 14 puntos en el séptimo partido de la segunda ronda contra los Nuggets de Denver.
En su segunda temporada, los salvó absolutamente con 45 puntos en un Juego 6 casi perfecto de la primera ronda contra los Mavericks de Dallas este verano, y luego totalizó 65 puntos en dos victorias para empatar la serie de segunda ronda contra los Jazz de Utah.
Pero entonces se lesionó. Y los Clippers ganaron esos dos últimos partidos contra los Jazz sin él. Sin embargo, el equipo dirigido por Paul George, con un par de descansos, podría haber vencido a los Suns de Phoenix en las finales de la Conferencia Oeste sin él.
A medida que los Clippers forjaban su identidad como un grupo emocional lleno de energía desinteresada y ética de trabajo implacable -que cosechaba hordas de nuevos fans incluso en su ciudad natal, en gran medida hostil-, Leonard no parecía encajar.
Suponiendo que no opte por el último año de este nuevo contrato y mantenga a los Clippers como rehenes, Leonard será ahora la cara de la franquicia mientras hará la monumental mudanza a su nuevo estadio de Inglewood en 2024.
Pero el verdadero corazón y alma de los Clippers se encuentra en otra parte.
Son el retrato de un equipo. Leonard está solo. Su nuevo líder, George, juega ferozmente hasta caer. Leonard es un alero tranquilo que cuida sus minutos. Están brillantemente dirigidos por uno de los cinco mejores entrenadores de la liga, Tyronn Lue. Pero Leonard tiene su propia agenda.
Apropiadamente, el ejemplo reciente más evidente y convincente de la presencia de Leonard fue su ausencia. Cuando se lesionó durante los pasados playoffs, rara vez se sentó en su banquillo, prefiriendo mantener su sabiduría e inspiración encerradas en una suite.
Justo cuando los Clippers están saliendo del anonimato local y se dirigen hacia una nueva marca con un propietario generoso y posibilidades ilimitadas, ¿era realmente inteligente seguir manteniendo a una piedra angular que no parece anclarse a nada más que a sí mismo?
“Este acuerdo marca otro momento importante para la franquicia y nuestros aficionados, mientras nos esforzamos por crear una organización de calibre de campeonato, donde los jugadores encuentren el éxito y la realización que buscan”, dijo Lawrence Frank, presidente de operaciones de baloncesto de los Clippers, en una declaración de la firma. “Estamos ansiosos por seguir construyendo con Kawhi”.
Para ser sinceros, han conformado una organización digna del campeonato, mientras la situación con Leonard se mantenía pendiente, y tal vez hubieran seguido construyendo sin él. No había buenas opciones de agentes libres este año, pero ¿no podrían haber salido adelante sin Leonard el año que viene -van a tener que hacerlo de todos modos- y luego avanzar con alguien más?
Este es, ante todo, el equipo de PG13. A pesar de las grandes y burlonas críticas de esta postemporada, George demostró ser la pieza adecuada y esencial de un refuerzo de campeonato.
Los Clippers han rodeado a George este verano con energía e inspiración, volviendo a firmar inteligentemente a Reggie Jackson y Nicolas Batum, añadiendo al sólido defensor de alas Justise Winslow, y luego viendo cómo Serge Ibaka optaba por volver. Ivica Zubac es un talento emergente. Marcus Morris es estable. Terance Mann es explosivo. Luke Kennard todavía puede disparar. Patrick Beverley es una maravilla.
Este nunca iba a ser un equipo de título sin otra superestrella, pero si no volvían a firmar a Leonard y mantenían la vacante, podría haber sido un destino atractivo el próximo verano para cualquier número de posibilidades de comercio o potenciales agentes libres como Zach LaVine de Chicago.
Leonard puede ser uno de los mejores jugadores de la liga, pero simplemente no es el mejor ajuste de los Clippers. Básicamente se han arriesgado por un tipo que nunca ha parecido apostar por ellos.
En la realidad actual, el comprador debe tener cuidado.
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